Cuidado preventivo para sofás de piel
Conserva la elegancia natural de tus sofás de piel a lo largo del tiempo.
Son muchas las personas reticentes a seleccionar un sofá con tapizado de piel a consecuencia de la creencia que asegura que requiere muchos cuidados y que es un material muy delicado. Lejos de este extendido pensamiento, lo cierto es que la piel es uno de los tapices más resistentes y, siguiendo unas sencillas pautas de limpieza, puede llegar a durar incluso más que un sofá de tela.
Limpieza cotidiana para sofás de piel
Para mantener la piel impecable y preservar su apariencia, sigue estas recomendaciones de limpieza diaria:
- Sacude el polvo: Usa un paño seco o el accesorio del cepillo suave de la aspiradora. No es necesario utilizar agua en esta etapa, ya que la superficie de la piel no permite la penetración del polvo, lo que facilita su eliminación.
- Manchas o derrames: Es importante actuar de inmediato para evitar daños permanentes en la piel. Utiliza un paño blanco y seco para absorber el líquido con cuidado y sin frotar. En el caso de lodo, retira primero el exceso, aspira la superficie y luego utiliza el trapo seco.
- Manchas específicas de tinta, grasa, aceite o cera: Para este tipo de manchas sí vamos a requerir un procedimiento más laborioso e incluir el agua. Humedece un paño blanco limpio o una esponja con esta espuma y aplícala suavemente en la zona afectada, con movimientos delicados. Cambia el paño o la esponja con frecuencia y asegúrate de no empapar la superficie con exceso de agua. Antes de proceder, realiza una prueba en una parte pequeña y oculta del mueble para asegurarte de que la piel y el color no se dañen. Si la mancha no desaparece, lo mejor es acudir a un profesional en limpieza de muebles.
Hidratación: el secreto para evitar grietas
La piel, al ser un material natural, puede secarse y agrietarse si no se hidrata adecuadamente. Para este proceso, es importante utilizar cremas hidratantes específicas para sofás de piel y seguir las instrucciones del fabricante. De todos modos, prueba siempre los productos que utilices en una parte del sofá que no sea visible, para asegurarte de que no estropee el tapizado.
Realiza este procedimiento para el cuero de tu sofá cada 3 a 6 meses. Estos productos, además de hidratar, mejorarán su aspecto y el brillo natural de la piel del mueble.
Para distribuir la crema, utiliza un paño suave que te ayude a extender bien el producto por toda la superficie.
Protección contra el sol y la humedad
La exposición prolongada a la luz solar directa puede causar decoloración y resequedad en los sofás de cuero, mientras que la humedad puede fomentar la formación de moho. Por lo tanto, te recomendamos:
- Ubica tu sofá lejos de ventanas o lugares con exposición prolongada al sol. En su defecto, utiliza cortinas para filtrar la luz solar.
- Mantén el ambiente ventilado y controla los niveles de humedad en el espacio.
Cuidados adicionales según el tipo de cuero
Los sofás de piel pueden fabricarse con diferentes tipos de cuero, como anilina, semianilina o piel pigmentada.
- Los cueros más naturales, como la anilina, requieren un cuidado más delicado debido a su falta de recubrimiento.
- La piel pigmentada es más resistente, pero aún así se beneficia de una limpieza y acondicionamiento regulares.
Como ves, con un mantenimiento adecuado, puedes conservar la elegancia y el lujo de tus sofás de piel por más tiempo. En Muebles Boal, nuestros sofás de cuero están diseñados para combinar estilo y durabilidad, convirtiéndose en el centro de atención de cualquier sala. ¡Cuídalos y disfruta de su lujo por muchos años!